La historia de esta compañía de patatas la empezó un churrero en 1932, y ahora vende a todo el mundo desde Arteixo (A Coruña), donde también tiene su sede Inditex

Una lata de Bonilla a la Vista aparece en varias escenas de ‘Parásitos’, la cinta coreana que opta a Oscar como Mejor Película y como Mejor Película Extranjera

Este aperitivo causa furor entre los ‘influencers’ de Corea e, incluso, la gente hace cola en los supermercados para comprarlas. «Son como los iPhone»

Dos horas. Ese fue el tiempo que tardaron en agotarse las primeras latas de Bonilla a la Vista que viajaron hasta Seúl. Eran 3.600 unidades y miles de coreanos hicieron cola en los supermercados para hacerse con ellas. Ocurrió en mayo de 2016. En aquel país habían escuchado hablar de lo ricas que estaban aquellas patatas fritas gallegas. Y era tal el furor por probarlas que, aquel día, tuvieron que racionar la compra: solo dejaron adquirir dos envases por cliente.

Ese fue el inicio del romance. El comienzo de un idilio que ha llevado a estas patatas fritas hasta los mismísimos Oscar. Y es que la icónica lata de Bonilla a la Vista se ha colado en varias escenas de Parásitos, el filme coreano que opta a ganar la estatuilla en la categoría de Mejor Película y Mejor Película Extranjera. Y no porque la compañía gallega haya pagado la publicidad, sino porque comer patatas Bonilla a la Vista es algo ‘chic’ en aquel país. “Nos enteramos por casualidad de que aparecía en la película”, cuenta a NIUS Diego Armando García, encargado del departamento de marketing de Bonilla a la Vista. La lata de patatas aparece en el suelo, bajo la mesa, en esta escena de Parásitos

Las patatas Bonilla son un producto de culto en Corea. “Son como los Iphone. La gente hace cola para comprarlas”, cuentan desde la compañía. Es el país al que más patatas se exportan desde la fábrica que esta empresa tiene en Arteixo (A Coruña), donde también tiene su sede central Inditex. En total, cada año, viajan hasta el país asiático entre 40.000 y 50.000 kilos de patatas.

«Son como los iPhone, la gente hace cola en Corea para comprarlas»

El fundador de Bonilla a la Vista empezó vendiendo por las ferias en 1932

El fundador de Bonilla a la Vista empezó vendiendo por las ferias en 1932BONILLA A LA VISTA

Todo empezó en 2016. “Distribuidores coreanos visitaron España buscando unas patatas de calidad y nos eligieron a nosotros”, cuenta García. Querían un buen aperitivo y apostaron por el sabor de las Bonilla. La expectación que se creó en el país asiático por hacerse con ellas fue tan grande que hasta su llegada en barco fue retransmitida por la televisión. Allí, esperándolas, había rostros conocidos de la sociedad coreana.

“Ha sido un boom. Hemos tenido que aumentar el tamaño de la fábrica simplemente para abastecer a Corea”, explica García. Una moda propiciada por la calidad de la patata, por el encanto del envase en lata y, también, por el enorme tirón que ha tenido entre los influencers. Las patatas fritas ‘made in Galicia’ les han gustado tanto que hasta han posado con ellas en sus redes sociales.

De repartir en moto por las ferias a la expansión internacional

La compañía gallega dio sus primeros pasos en 1932, en Ferrol. En aquel entonces, su fundador, Salvador Bonilla, recorría las ferias de Galicia con su puesto de churros y patatas fritas. Su hijo, César Bonilla, siguió con el negocio. “Con mucho sacrificio, freía las patatas fritas por la noche y las repartía por las cafeterías por la mañana”, explica. Lo hacía en moto, llevando y trayendo latas que, por aquel entonces, eran de un kilo y retornables. A sus 87 años, César Bonilla sigue yendo a la fábrica cada día.

César Bonilla es el hijo del fundador y actual gerente de la empresa

César Bonilla es el hijo del fundador y actual gerente de la empresa

Él ha sido quien ha propiciado, en la última década, la gran expansión de la empresa. Porque fue en el año 2010 cuando las patatas Bonilla se empezaron a comercializar fuera de Galicia, en otros puntos de España. Y hace solo tres años que dieron el salto al mercado internacional. Primero llegaron a Reino Unido. Luego a EEUU, donde el chef José Andrés incorporó las patatas en el menú de su negocio. También en Francia se enamoraron de estas patatas. Allí, la firma Balmain incorporó la bolsa de patatas Bonilla a su campaña primavera-verano de 2014. Actualmente, la compañía está presente en 20 países.

A César Bonilla todavía le cuesta creer la gran repercusión que las Bonilla tienen en Corea y ahora, también, en Hollywood. “¿Pero cómo puede ser esto? ¡Que ahora están nominadas para un Oscar!”, nos dice encantado.

Fuente: Nius diario

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